Hatebreed- The Divinity Of Purpose (2013)

Hatebreed- The Divinity Of Purpose (2013)

Si hablamos de música extrema sin duda uno de los nombres actuales que de inmediato nos vendrán a la mente es el de los Hatebreed, esta banda intensa cuya música golpea nuestra cabeza sin la menor muestra de piedad, guitarras que rugen intensamente, con un impacto crudo y preciso a la vez, con mucho de la vieja escuela del hardcore pero con unos riffs bien soportados en el más estridente heavy metal.

The Divinity Of Purpose abre con mucho músculo y de inmediato se desata el infierno con Put It To The Torch, ritmos alimentados por anfetaminas al por mayor, y guitarras que suenan sólidas y contundentes, mientras que el acelere del hardcore sirve como combustible, la precisión del heavy metal mantiene esta potente maquinaria en pie y firme, no se hacen reverencias a la estupidez, ya que la banda demuestra una gran afinidad por las ejecuciones genialmente realizadas, Honor Never Dies nuevamente nos golpea con dureza, aunque aquí la banda filtra una fuerte dosis de melodía en las guitarras, Slayer o Machinehead podrían ser las más obvias referencias aquí, aunque los Slayer hace mucho que no suenan así de compactos y de una pieza, mientras que los Machinehead difícilmente son capaces de mantener este nivel de intensidad por mucho tiempo, como los hacen estos Hatebreed.  

Own Your World arranca con cantos muy en la onda hardcore y rápidamente se convierte en una tormenta de agresión, muy en la línea de los que solía hacer Slayer en la época del legendario Reign In Blood, con una serie de guitarras y baterías devastadoras con cambios muy mínimo pero significativos en los ritmos que mantienen las cosas interesantes en todo momento y lejos de los redundante o muy repetitivo, The Language nuevamente muestran la influencia del Thrash más agresivo en sus guitarras, y la huella indeleble del hardcore punk callejero hecho en Nueva York léanse los Cro Mags o los Agnostic Front

Guitarras que erizan la piel caracterizan Before The Fight Ends You, eso al tiempo que ritmos trogloditas aturden nuestros sentidos, la banda hace uso nuevamente de esas vocales de la calle para mantener su propia identidad, bandas como Slayer o Celtic Frost nunca usaron este tipo de estructuras musicales, y el sonido de los más recientes Exodus podría ser otra referencia cercana, bajos que ponen a temblar el suelo abren con Indivisible una de las piezas más adictivas de este disco, con una melodía que podría presentarse como lo más cercano a algo contagioso sobre todo por el adecuado uso de los coros que invitan a cantarse a grito batiente.

Dead Man Breathing posee algo de esas guitarras siniestras que conocimos por Jeff Hanneman o Kerry King, mientras que las vocales corren a cargo de un vocalista poseído por los demonios de miles de generaciones de criminales callejeros, la banda mantiene su inteligente equilibrio creado brillantemente mediante la escucha de los blast beats y el headbanging, desarrollando un hibrido musical que posee músculos y cerebro suficiente para causar daño sin caer en la monotonía, y para muestra un botón, con el tema que da nombre al disco en el cual un pasaje de bajo nos cambia por completo el ritmo y nos da un apreciable respiro entre la descarga de brutalidad musical que representa este disco, con un tema más lento y rítmico, con la banda construyendo una buena secuencia instrumental que invita a sumergirse en el “mosh pit”, Nothing Scars Me es un tema que me trae a la mente de inmediato imágenes del Hulk destruyendo todo a su paso y es que el tema posee un ritmo titánico que va demoliendo todo a su paso, con unas vocales atronadoras que parecen provenir de una fiera enfurecida, y después esas guitarras geniales de Bitter Truth que dan al tema un dinamismo admirable, para luego dejarnos en manos de unos de los ritmos más adictivos del disco, una sección de guitarras que nunca se cansa y que demuestra una tremenda capacidad creativa, y una creación rítmica densa y pesada como pocas.       

Hatebreed es sin duda uno de los máximos exponentes en la actualidad de música extrema, creadores de un impresionante hibrido entre la música hardcore más sucia y furiosa de las calles de Nueva York, y el Thrash metal más potente y abrasivo, con una inusitada mezcla de fiereza y precisión, con un conocimiento del arrebato agresivo del punk y esa contundencia demoledora del metal, un disco esencial para esos momentos en que necesitamos una buena sacudida en nuestro cerebro.

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